Santuario de Nuestra Señora de Chilla

Santuario de Nuestra Señora de Chilla

 

 

 

 

Es un pequeña ermita que se halla  situada  en la  falda de la sierra de gredos, junto al macizo central; hasta ella se llega por una carretera vecinal, asfaltada, que parte de Candeleda, a la salida de la población camino de la provincia de Cáceres.

Para llegar hasta allí  hay que ascender unos siete kilómetros, serpenteantes casi en su totalidad. Junto a la garganta del mismo nombre, en un lugar, poblado de castaños, fresnos y alisos, se yergue este centro de devoción de la gente del valle del Tiétar.

Desde su altura (660 m.) se contempla una bella panorámica de la parte occidental del valle del Tiétar y del Campo Arañuelo.Cuenta la tradición qu

e un piadoso pastor, al que se le había muerto una cabra, en pleno desconsuelo, por miedo al dueño del hato, invocó a la Virgen y Ésta se le apareció y le premió con la resurrección del animal.

El pueblo de Candeleda agradecido erigió la ermita en recuerdo de tan extraordinario momento.Las fiestas que conmemoran este acontecimiento se celebran tradicionalmente en el segundo y el tercer domingo del mes de septiembre, denominándose a las últimas las fiestas de la vela.

Los actos religiosos consisten en una romería y en una misa con procesión. La romería parte, a las nueve de la mañana, del pueblo a la ermita; allí, a las doce se lleva en procesión a la imagen de la Virgen hacia una explanada recoleta, a la sombra de castaños, en la que se celebra una misa solemne presidiendo la imagen de la Virgen desde el lugar en que se le apareció al cabrero Finardo.

Una vez concluido eucarístico se realizan las ofrendas a la Virgen de Nuestra Señora de Chilla; antes se donaban productos agrícolas y ganado, hoy la ofrenda es, generalmente, de carácter monetario